El TDAH en la infancia.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes en la niñez. Generalmente se diagnostica en la edad infantil y se estima que afecta a entre un 6 y un 10% de los niños. Pese a que pueda existir sospecha clínica en niños de menos de 6 años el diagnóstico de TDAH requiere haber superado esta edad.

En España, más de la mitad de los niños con TDAH tarda un año o más en ser diagnosticado desde que aparecen los primeros signos y sólo 15 de cada 100 niños son diagnosticados en menos de seis meses.

Este situación genera en los niños problemas escolares y sociales. En muchos de los casos suele informarse de la existencia de mal comportamiento y son considerados como molestos, ruidosos y desobedientes.

¿Cómo reconocer el TDAH?

Déficit de atención:
– Dificultad en prestar atención a los detalles.
– Le cuesta mantener la atención en actividades.
– Comete errores por descuido.
– Se distrae con estímulos triviales.
– Parece que no escucha cuando hablamos.
– Le cuesta seguir instrucciones.
– Presenta dificultades para organizarse.

Hiperactividad:
– Se remueve en el asiento o mueve en exceso manos y pies.
– No es capaz de permanecer sentado.
– Exceso de energía.

Impulsividad:
– Se precipita en las respuestas sin acabar la pregunta.
– Tiene dificultades para esperar su turno.
– Interrumpe o se inmiscuye en la actividad de otros.

Subtipos de TDAH

Predominantemente inatento: graves problemas de falta de atención, pero menor grado de impulsividad o síntomas impulsivos.
Predominantemente hiperactivo – impulsivo: predominan los problemas de hiperactividad/impulsividad, pero no destacan los problemas de atención.
Combinado: padece problemas graves de atención, hiperactividad e impulsividad.

¿Cómo enfrentarnos al TDAH?

Es necesario diseñar un programa multidisciplinar, adaptado a las características de cada niño para mejorar sus capacidades y características individuales:

– Terapia conductual.
– Intervención psicopedagógica.
– Rehabilitación cognitiva.
– En ocasiones, terapia farmacológica.